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viernes, 15 de marzo de 2013

Tic, ¿uso cotidiano?



Las Tecnologías de la Información y la Comunicación, TIC, están presentes en nuestra vida diaria pero eso no significa necesariamente que estén integradas. De hecho, en lo que respecta a mi limitada experiencia, en el ámbito educativo encontramos cuatro realidades. De un lado, los centros de secundaria en los que las TIC todavía no están implantadas pero en las que los docentes están formados para su uso; los IES en los que ni están implantadas ni los docentes están formados; aquellos centros en los que sí están implantadas pero los docentes no tienen la formación necesaria y por último, los institutos en los que hay medios y  profesionales cualificados. Evidentemente éste es modelo ideal. Sin embargo, ni es el más frecuente ni está exento de carencias. La principal posiblemente es el uso de estas nuevas herramientas de la misma forma en la que se usaban las anteriores, es decir, no modificar las metodologías de enseñanza/aprendizaje. 

En cualquier caso, y tras esta reflexión inicial, en mi experiencia docente he comprado que apenas se emplea ninguna TIC, salvo, en muy contadas ocasiones, los proyectores y los ordenadores. Se trata de excepciones. Algo que contrasta con mi realidad como estudiante, y ampliando un poco más el calificativo como ciudadana del siglo XXI. En mi caso el ordenador se ha convertido en una extensión de mi cuerpo. Lo enciendo justo en el instante en el que apago el despertador y pulso el botón off cuando no puedo mantener los ojos abiertos.

Lee un par de veces al día, a veces más, varios periódicos digitales y siempre tengo abierto mi cuenta de Gmail y también el Facebook y el Twitter. Además, consulto decenas de veces al día datos, dudas… en buscadores de Internet. También utilizo programas de maquetación y edición de videos e imágenes (QuarkXpress, Freehand, Ulead VideoStudio 11, Photoshop). He creado varios blog, aunque ahora están en desuso.


Asimismo, he utilizado el Skype, soy usuaria de paypal y realizó con frecuencia compras por internet, fundamentalmente libros de segunda mano, especialmente a través de Iberlibro.
Junto a lo anterior, tengo un teléfono móvil que va siempre conmigo y en el que utilizo con frecuencia diferentes aplicaciones especialmente las que dan acceso a Internet y el wasap. Además, empleo la cámara de fotos, en ocasiones con fines laborales y en otras sencillamente con intenciones lúdicas.

No sería capaz de determinar desde cuándo las utilizo, pero todas ellas desde hace más de cuatro años. Tampoco puedo determinar dónde termina el uso académico y comienza el personal. No obstante, sí estoy en disposición de asegurar que tanto para investigar como para ampliar mi formación o preparar mis exámenes, de forma casi inconsciente, utilizo algunas de estas herramientas, sobre todo los buscadores de Internet y también el Gmail.

En cualquier caso, la mayor parte de estas TIC, y muchas otras que todavía no domino, ofrecen una gran variedad de oportunidades en el ámbito académico, tanto para el docente que aspiramos a ser, como para el alumno que nunca deberemos dejar de ser. 

2 comentarios:

José Rovira Collado dijo...

Una reflexión muy completa y acertada Isabel, pero antes de los aciertos, algunas dudas:
-Te identificas como ciudadana del siglo XIX. Supongo que querrás decir XXI. Y si aquí haces un uso adecuado del género, al final hablas de "el docente" y "el alumno". Creo que deberías usar el género femenino.
-Pero el concepto me parece muy adecuado, al igual que la máxima que incluye vuestro blog.
-Sobre la división de centros y usos, de acuerdo, pero esperemos poder ofrecer una formación tanto a los docentes como al alumnado adecuada y eso significa que las TIC deben estar (casi) siempre presentes.

Marta Pérez Cerdá dijo...

Muy buena reflexión, Isabel. Veo que eres muy buena en los medios tecnológicos y espero que poco a poco me ayudes a conocer porque aunque estoy en proceso, me queda mucho que aprender. Está claro que la división de centros que planteas es real y que la ideal en el siglo que estamos es la última que has planteado. Por ello, empecemos a formarnos como profesores y transmitamos esos conocimientos a nuestros alumnos para que mediante las TIC logren ser individuos autónomos y capaces de adaptarse a esta ola tecnológica.

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